En muchas ocasiones, cuando salimos con nuestros perros (a cazar, a la montaña, a pasear…) se pueden producir situaciones que, de no tener un veterinario cerca, podrían provocar que nuestros animales sufrieran daños importantes e incluso llegar a morir. A continuación se van a describir algunas de estas situaciones y lo que podemos hacer para asistir a nuestros compañeros hasta que podamos acudir a la clínica más cercana.
Existen muchas urgencias que no pueden ser atendidas por el propietario (dilatación-torsión gástrica…) por lo que, cuanto antes sea llevado a un veterinario, mayores posibilidades tendremos de que salga adelante.
En primer lugar debemos conocer las constantes vitales de los perros en condiciones normales:
-Temperatura corporal: 38-39ºC. La podemos tomar mediante un termómetro, introduciendo el extremo en el recto.
-Frecuencia respiratoria: 20-40 respiraciones por minuto. Se constata observando el movimiento del tórax.
-Frecuencia cardiaca: en razas grandes 70-120 pulsaciones por minuto; en razas pequeñas y cachorro puede llegar a las 220 pulsaciones por minuto. El pulso lo podemos tomar fácilmente en la cara interna del muslo.
-Mucosas: deben ser rosadas. El color de las mucosas se observa en las encías; interior de párpados y mejillas; y vagina principalmente.